jueves, 31 de mayo de 2018

MENSAJE DEL DIOS DEL CIELO PARA SU PUEBLO DE VENEZUELA y DE LAS NACIONES. Tabernáculo de la Nueva Jerusalén 30-5-2.018

El Mensaje Profético que referiré a continuación fue revelado al Ministerio Profético "Tabernáculo para La Nueva Jerusalén", ubicado en San Cristóbal, Edo. Táchira y encabezado por el profeta José Alexis Moncada. Es sumamente claro y específico por ello apenas me he limitado a subrayar algunas líneas para que al leerlas, presten sobre ellas especial atención. Les insto a consultar las citas bíblicas intercaladas en el texto para que se hagan una idea completa del contenido del mensaje, no lo dejen de hacer.


Mensaje del Dios del Cielo para Su Pueblo de Venezuela y de las Naciones
- Tabernáculo de la Nueva Jerusalén -

Sobre cómo el Eterno sustentará a su remanente santo de Venezuela en los siguientes meses:

El jinete del caballo negro sigue recorriendo hoy las calles de Venezuela Apo. 6:5-6 para dar paso a su sucesor que se prepara para salir pronto Apo. 6:7-8, de allí que la crisis económica y social se hará cada vez más fuerte, y la hiperinflación no se detendrá. Con el transcurrir de las semanas el salario alcanzará para comprar menos productos, aumentando el nivel de desnutrición en las familias que no saben cómo alimentarse en tiempo de crisis. Aumentará también como consecuencia la inseguridad y la delincuencia, pues muchos por necesidad tendrán que dedicarse a robar.  Aún los familiares y los cristianos se robarán unos a otros cuando se visitan, pues no hay temor del Eterno en ellos Miq. 7:4-6. Los enfermos no tendrán acceso a las medicinas bien sea por el alto costo de éstas, o porque no se encuentran en las farmacias.

Estos eventos y otros más que vienen como consecuencia de un proceso de juicio que el Eterno está desarrollando en nuestra nación estimulará aún más la emigración a otras naciones de pastores,  ministros y del pueblo cristiano Lev. 26:33, que no quiere entender el propósito que el Eterno tiene para con nuestra nación. Pueblo que ha sido enseñado por un sacerdocio impío y sin conocimiento 1Sa. 2:12, que ha menospreciado la ley de su Dios Ose. 4:6, y no por eso tiene verdadera confianza en él, pues son gente que no le temen ni le obedecen Job. 4:6, Pro 14:26, Sal. 112:6-7, Isa. 29:13.
Muchos creen que en Venezuela está ocurriendo una crisis política más, como aquellas que ocurrieron en el pasado, o como aquellas que han ocurrido en otras naciones, y no quieren entender que todo esto ocurre como consecuencia de un plan y una agenda de acontecimientos que el Eterno tiene para con nuestra nación, entre los cuales destacan: el juicio al impío pecador Amós 9:8, el juicio a los pecadores de su pueblo Amós 9:9-10 para quitar la cizaña y dejar su trigo, y la restauración del tabernáculo caído de David en la nación para plantar su reino en ella Amós 9:11 y luego extenderlo hacia las demás naciones Amós 9:12, porque llegó el tiempo de cumplirse la palabra profetiza por Juan en Apo. 11:15-17.

Muchos venezolanos han salido y otros saldrán de nuestra nación, unos con permiso como aquella mujer que honró al profeta Eliseo 2Re. 8:1-2, y otros sin permiso como aquel pueblo que temiendo padecer bajo la autoridad del rey Nabucodonosor (Nicolás) huyó de Jerusalén a Egipto Jer. 42:10-18. Sin embargo, aquellos que no podrán salir y que no tienen permiso del Eterno para salir (como es mi caso) se preguntarán: ¿cómo el Eterno sustentará a su remanente que decida quedarse, para formar parte de su primicia santa? Aquella pequeña porción de su pueblo que con disposición aceptará y obedecerá las enseñanzas de justicia y de santidad que está revelando a sus siervos los profetas Eze. 5:3 para transformar a nuestra nación en una nación modelo?. El Eterno nos dio está revelación, promesa y mandato que comparto para dar por enterado al remanente, pues para ellos es la promesa y también para dar por enterado a aquellos de su pueblo que residen en otras naciones, pues para ellos es el mandato.

El Eterno está dando revelaciones de santidad a sus siervos para que sean enseñadas al remanente, para así ir vistiendo a nuestra nación con vestiduras sacerdotales ¿qué significa esto? El Eterno a estos siervos les está revelando su pacto para esta nueva dispensación Sal. 25:14, Jer. 31:31-33, Isa. 42:9, Éxo. 19:5, les está enseñando la sabiduría y la santidad que necesitan sus siervos para que sean dignos de ser guardados en los eventos que faltan por acontecer 1Sa. 2:9, Sal. 37:28, pues su deseo es transformarla en una nación santa, para que sea modelo de perfección Mat. 5:48 y de santidad para las demás naciones Éxo. 19:6. Claro está, son pocos los que hoy  aceptan esta enseñanza, pero la angustia y los justos juicios que el Eterno ha enviado y seguirá enviando a nuestra nación Dan. 9:4-14, tienen como propósito humillar Deu. 8:1-3 y preparar el corazón de su pueblo y de los venezolanos para que acepten sus verdades Ose. 2:14.

El Eterno vestirá a nuestra nación con un manto sacerdotal ¿por qué? porque de ella saldrá una enseñanza Isa. 2:1-3, así como en la dispensación que está por finalizar Luc. 16:16, la enseñanza salió de Antioquía para las demás naciones, porque allí era donde estaban los maestros y profetas que recibieron los diseños para esa dispensación que apenas comenzaba Hch. 13:1-4. Venezuela es la Antioquía de esta nueva dispensación, y a ella el Eterno vestirá con ese manto sacerdotal para que enseñe su ley a las naciones Isa. 2:1-3, Mal. 2:7, de ella saldrán los Pablos de esta dispensación Hch. 13:1-2. ¿No era digno de los diezmos y ofrendas el sacerdocio que enseñaba la sabiduría y la ley del Eterno al pueblo? Núm. 18:21, pues el Eterno por vía de mandato instruirá a los pastores y ministros de corazón dispuesto de otras naciones, para que envíen a su remanente santo de Venezuela, buena parte de los diezmos y ofrendas que ellos reciben en sus congregaciones, porque de ese remanente santo que ellos por un tiempo sustentará con sus diezmos, el Eterno luego les enviará siervos Hch. 13:2-5 que les darán las grandes enseñanzas de santidad que los prepararán para que sean librados en el día en que el Eterno derrame su ira a las naciones Mal. 4:1-6, pues está cerca el día grande y temible del que profetizó Joel en Joel 2:31 ¿no ocurrió ya la señal en los cielos?. Porque el Eterno escogió a Venezuela y en ella estará la Jerusalén de América y de esta dispensación, y de ella saldrá la enseñanza que preparará al pueblo del Eterno en las naciones Isa. 2:1-3, para que invoque su Nombre y así sea salvo de su ira Joel 2:32.


Ahora bien, esto quiere decir, que el pueblo del Eterno en Venezuela recibirá de sus hermanos de otras naciones y para su sustento: primicias, diezmos y ofrendas, como aquel grupo de profetas que siendo dirigidos por Eliseo, en tiempos de gran hambruna recibieron parte de la primicia santa 2Re. 4:38, 4:42-44 que correspondía solo a los sacerdotes Núm. 18:13. Esto implica, que el Eterno sólo permitirá comer de sus alimentos santos (primicias, ofrendas y diezmos) sólo a aquellos siervos que estén aprendiendo sus leyes santas que enseñan su santidad, para que así puedan practicar su santidad - recordemos que el propósito del Eterno es convertir a Venezuela en una nación santa -. Por esa razón, que no se crean esos pastores, profetas y ministros livianos que aborrecen la santidad del Eterno Sof. 3:4, Isa. 56:10-12, Jer. 6:14, Lam. 2:14, que el Eterno los pondrá por mayordomos de sus diezmos y ofrendas. Más bien, estos junto a sus ovejas mal enseñadas Ose. 4:6, y llenos de vergüenza tendrán que sentarse a escuchar las enseñanzas de santidad que el Eterno habrá revelado a sus siervos, pues el Eterno está levantando un nuevo sacerdocio fiel y dispuesto que ama Su Santidad 1Sa. 2:35-36, y ellos serán los que darán sus enseñanzas Hch. 2:42, también serán ellos los que administrarán la provisión que dará el Eterno para sustentar a todo su remanente Hch. 4:34-37, porque tanto los que enseñan santidad, como aquellos que con disposición para obedecer estén escuchando las enseñanzas de santidad, serán tratados todos como levitas, y todos podrán participar de los alimentos sagrados que procederán de los diezmos de sus hermanos Hch. 2:42-47.

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