Con frecuencia nos conseguimos con pensamientos y deseos que no sabemos si debemos o no abrigar, pues aparentemente van en contra de principios morales, sociales o religiosos que nos han inculcado y que de una u otra manera hemos aceptado como valederos o ciertos, hasta que llegado determinado momento o contexto de cosas nos vemos en aprietos porque no sabemos si lo que deseamos o pensamos es correcto. Yo mismo me he sentido ante esa disyuntiva y como tenía mucho tiempo abrigando dicho sentimiento en mi mente y corazón, decidí confesarlo ante El Creador de todo, mi Padre Celestial para no caer en aquello del "Pecado Oculto".
A continuación les presento esa confesión, llena de revelación profética y de sana enseñanza que he decidido hacer a propósito de la actual situación política de nuestro país Venezuela, a raíz las actitudes asumidas por quienes nos gobiernan como reacción al resultado de las elecciones parlamentarias del pasado 6 de Diciembre. Aunque es una oración la he escrito como si fuese una carta; por favor préstele mucha atención.
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